Las Mentiras del Conde d'Erlette

 LAS MENTIRAS DEL CONDE D’ERLETTE

POR RICARDO MEYER


* * *

Saludos. Me encuentro ahora mismo redactando esto con permiso de las autoridades federales de los Estados Unidos de América, quienes me han dado el permiso para poder escribir la siguiente misiva a los medios en base a los sucesos ocurridos en Noruega el año 2009 y que, debido a mi experiencia cercana con los sucesos, soy la persona más apta para hablar al respecto.

He de decir que no puedo estar más molesto con August Derleth, quien en su maniqueísmo y visión abrahámica de las cosas no supo reflejar la belleza de mi Rey, del Rey de Amarillo. Sé que muchos de ustedes ya han leído el Segundo Acto de la obra de teatro pese a las advertencias del gobierno de no hacerlo, es inevitable, la curiosidad de los sucesos que están ocurriendo recientemente nos carcome a todos. Siento que, de alguna forma, llegará el día en que no se podrá seguir ocultando Carcosa y las Híades se reflejaran más que nunca en el cielo, por más tiempo quizá, que cuando Van Gogh lo retrató en su pintura “La noche estrellada”

He de decir que, ante todas las cosas, cuando leí El Rey de Amarillo en 2005 fue la razón por el crimen que cometí por el cual ahora me encuentro recluido en una prisión federal. Sin embargo, el tiempo me dio la razón y a los señores del proyecto Blue Beam no les ha quedado otra que besar los andrajos de este humilde servidor de Hastur.

He de decir que, el genio y difunto Howard Phillips Lovecraft si comprendió la visión antimaterial y abstracta de la majestuosa ciudad de Carcosa y he podido conversar con él en sueños, paseando juntos bajo los dos soles gemelos y, he de decir, que tal como lo dijo el Papa León XIII, el mundo se encuentra en las manos de los demonios y August Derleth le servía al peor de los demonios, a Mammon, y él y todos sus hijos tarde o temprano tendrán que rendir cuentas en la Corte de Azathoth por todas las mentiras que profanaron los sacramentos establecidos en el Libro de Eibon.

Sin más que decir y aprovechando el espacio que el gobierno me permite, insto a todo aquel que quiera ver la Verdad a tomar cualquier copia de la obra teatral del Rey de Amarillo, digitalizada o no, y leer más allá del Segundo Acto para que así de una vez por todas puedan entender lo que yace oculto tras las estrellas.

Atentamente,

Denyal Castaigne, 23 de marzo de 2024.
Guaynabo, Puerto Rico.