Fragmento VI: Oblivion


 ¿Acaso trato de convencerme a mi mismo que esto no es un sueño? La irrealidad es mi sueño y a la vez lo único real. Razón y ser, el crimen de la consciencia, volverse demasiado consciente altera el umbral de la visión y es ahí cuando se vislumbra la Verdad, que es la cosa más alta y noble, a la que acudimos como bestias salvajes a lamerle las manos. Sin embargo, mi transgresión es apoteósica y al usar la razón aun no existiendo puedo ver como todo se desenvuelve en un ciclón de colores que me orientan a un vaivén de bucle entre el vacío y yo.